EXCURSIÓN COMUNIDAD DE SAN SEBASTIÁN
El día 1 de junio la Comunidad de San Sebastián , nos fuimos de excursión con destino al Monte Jaizkibel, donde se encuentra la Ermita de Guadalupe y a Fuenterrabía (Hondarribia).
Llegamos a la ermita de Guadalupe, allí leímos unas oraciones , recordando a las Hermanas que no pudieron acompañarnos ese día y a las que han fallecido a lo largo de este año.
El monte Jaizkibel y la Ermita de Guadalupe componen uno de los rincones especiales de Guipuzkoa. Desde lo alto de este monte, podemos observar una perspectiva preciosa la la ciudad de Hondarribia y el comienzo de muchas rutas de senderismo.
Antes de que nos recogiera el autobús, pudimos disfrutar de un paseo por las campas hasta llegar al fuerte, el cual está detrás de la Ermita, al que pudieron visitar las Hermanas que quisieron.
A media mañana , de nuevo en el autobús, bajamos al pueblo de Hondarribia, ya que a las 12.30, teníamos la Eucaristía con la ofrenda floral a la Virgen, en la Iglesia de la Marina, un templo típico marinero, en un barrio de pescadores.
El barrio de la Marina, en Fuenterrabía, es uno de esos lugares que enamoran, barrio pescador , a extramuros de la ciudad, lleno de casas tradicionales, con sus balcones plagados de flores, pintados con vivos colores. Antiguamente los arrantzales (pescadores vascos) utilizaban los restos de pintura que sobraban de pintar sus barcos para pintar sus casas, así , además de ofrecer una bonita estampa, protegían sus viviendas con pintura resistente a la humedad y el agua.
Casualmente, en esta Iglesia, podemos admirar en una de las vidrieras, la imagen de la Madre Cándida.
El barrio de la Marina, en Fuenterrabía, es uno de esos lugares que enamoran, barrio pescador , a extramuros de la ciudad, lleno de casas tradicionales, con sus balcones plagados de flores, pintados con vivos colores. Antiguamente los arrantzales (pescadores vascos) utilizaban los restos de pintura que sobraban de pintar sus barcos para pintar sus casas, así , además de ofrecer una bonita estampa, protegían sus viviendas con pintura resistente a la humedad y el agua.
Después de participar en la Eucaristía, dimos un gran paseo, contemplando el mar, hasta llegar al restaurante, donde pudimos degustar de un variado y sabroso menú en la terraza, rodeada de cristalera y con vistas a la desembocadura del río Bidasoa.
Al finalizar la comida, las Hermanas , fueron a dar un largo paseo por el puerto marítimo hasta llegar a la hermosa playa de Hondarribia y degustar antes de volver a casa, de unos ricos helados sentadas en un banco cerca del mar, aprovechando los últimos rayos de sol.
Pasamos un día fenomenal, Todas disfrutamos muchísimo y regresamos a casa con la ilusión de volver el año que viene .